En Colombia, definitivamente el marco legal ha avanzado en la protección de los derechos LGBTIQ+ en contraste con otros ordenamientos jurídicos de la región latinoamericana, prohibiendo la discriminación por orientación sexual e identidad de género en el ámbito laboral. En ese sentido, ha de considerarse a la Corte Constitucional como fundamental en la defensa de estos derechos, promoviendo el trato igualitario y castigando las prácticas de exclusión. Sin embargo, para nadie es un secreto que estos avances legales aún deben ser y seguir siendo implementados en muchas organizaciones, donde persisten prejuicios y prácticas excluyentes. Así pues, para que estos derechos tengan un impacto real en los espacios laborales, es esencial que las políticas de inclusión sean conocidas, comprendidas y aplicadas por todos los empleados y directivos.
Uno de los aspectos más importantes para promover la inclusión laboral es la creación de un ambiente de respeto y apoyo, donde todos puedan ser ellos mismos sin temor a represalias. En consecuencia, esto implicaría no solo cumplir con las normas legales, sino también implementar prácticas proactivas como capacitaciones sobre diversidad, equidad e inclusión; orientadas a que los empleados comprendan la importancia de la diversidad y empiecen a cultivar y promover una cultura organizacional inclusiva.
En ese orden de ideas, es comprensible que la exclusión en el entorno laboral pueda llegar a tener consecuencias graves, como el deterioro del bienestar emocional, la disminución de la productividad y el aumento de la rotación de personal, por mencionar algunas. Por lo tanto, para fomentar la inclusión las organizaciones pueden establecer políticas claras contra la discriminación, crear grupos de afinidad donde los empleados LGBTIQ+ encuentren apoyo y promover la visibilidad de líderes diversos que sirvan como ejemplos positivos, procurando un ambiente laboral vinculante dentro de la organización y no uno excluyente; así como también dar cabida al uso de un lenguaje inclusivo en las comunicaciones internas y externas, que persiga coadyuvar a construir un ambiente más acogedor para todos.
Finalmente, implementar estas estrategias de manera coherente y sostenible en el tiempo indefectiblemente ayudará a que el entorno laboral sea un espacio seguro y respetuoso para todas las personas, promoviendo no solo el bienestar individual sino también el éxito y la cohesión organizacional.