Al ingresar a estudiar ingeniería hace 17 años, me encontré en un entorno predominantemente masculino y heteronormado, donde ser homosexual era un tema silenciado, desde el primer día que ingresé, pude evidenciar discursos machistas de los profesores, que exaltaban la masculinidad como virtud y ridiculizaban cualquier desviación de este estándar, todo esto evidenciaba una violencia simbólica basada en estereotipos de género y homofobia.
Esta situación reflejaba cómo las normas y comportamientos machistas estaban naturalizados, perpetuando dinámicas de exclusión y auto-censura, la heteronormatividad estaba implícita en estos discursos, dictando que solo había una forma aceptable de ser, lo que reforzaba el miedo a expresarse naturalmente.
De manera inconsciente, y también consciente… para evitar enfrentar constantes exclusiones y miedo al rechazo, comencé a modular varios comportamientos y adaptándolos a lo que se consideraba como aceptable, negar rotundamente mi homosexualidad ante cualquier individuo que preguntara, y también negar a otros miembros de la comunidad LGBTI por temor a que se me relacionara con ellos, es decir que de alguna manera pase de ser agredido a también a ser agresor. Puedo decir que todo eso generó mucha inseguridades a lo largo de mi vida, con las que aún todavía tengo conflictos