Recientemente escuché el término “antrosexual” y me impresionó lo mucho que sigue ampliándose el espectro de la diversidad sexual. Me hizo reflexionar sobre cómo cada vez surgen términos que permiten a las personas identificarse de maneras más específicas y auténticas, ayudándoles a expresar su identidad sin las limitaciones de etiquetas convencionales. Es increíble cómo el lenguaje evoluciona para abrazar todas las formas en las que cada uno experimenta el amor, la atracción y el deseo, dándonos nuevas herramientas para comprendernos mejor.
Esta expansión de la diversidad sexual me parece un reflejo de cómo la sociedad está empezando a reconocer y validar experiencias que antes eran invisibilizadas. Cada nuevo término nos invita a cuestionar y romper con la rigidez de las categorías tradicionales, permitiendo que todos podamos habitar el espacio que mejor representa quiénes somos.