Soy diseñadorx gráficx y entender la interseccionalidad me ha permitido buscar formas más conscientes y respetuosas de representar la diversidad en mi trabajo. Con frecuencia, las personas son representadas de manera errónea, perpetuando narrativas coloniales y sesgadas. Comprender que muchas de estas malas representaciones nacen de la ignorancia y la falta de investigación ha sido clave para transformar mis procesos creativos.
Me he dado cuenta de que no se trata solo de la imagen visual: el lenguaje también es un mecanismo de poder que puede oprimir. Desde la violencia simbólica y las redacciones pseudo-jurídicas que imponen barreras de acceso al conocimiento, hasta la normalización de términos capacitistas, transfóbicos, gordofóbicos, racistas o sexistas. Muchas veces, participamos en la reproducción de estas violencias sin notarlo, simplemente porque no cuestionamos nuestro papel dentro de la fuerza de trabajo.